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Este debe ser uno de los temas a incluir por los partidos políticos en los que hay que solucionar en Montevideo, que por supuesto es complejo, debido al caos social en el que estamos inmersos y que hace más difícil llegar a un pacto, por ejemplo, con los dueños de bares y restaurantes.

Sería muy sencillo buscar el camino de diálogo con los establecimientos de este tipo para que permitan el uso de los baños a quienes no son clientes. Como contrapartida, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) debería suministrar los implementos de limpieza, hipoclorito, detergente, papel higiénico, toallas descartables o secadores de mano, pero especialmente el personal para el mantenimiento constante, similar a lo que se ve en los shoppings. Además esto último no representaría una erogación para el Mides, porque debería ser una contrapartida a los planes asistenciales que se brindan, dejando de lado visiones retrógradas que dirán que limpiar baños rebaja al individuo, donde algunos irán tan lejos que lo verán peor que andar metiéndose dentro de un contenedor para encontrar comida y elementos para poder vender.

El trabajo siempre debe dignificar al individuo, más cuando está trabajando en una solución que beneficia a la sociedad toda.

También la Intendencia debe actuar en este proceso, tal vez exonerando por ejemplo el pago de la tasa de saneamiento, publicando un listado de los comercios que se adhieren a este plan en el marco de proyecto de RSE (responsabilidad social empresarial). El Ministerio del Interior debe actuar en dar soporte, porque sería de ilusos pensar que no existirán problemas, porque el nivel de inadaptados es grande, pero es hora de aplicar un plan serio.

Pero la aplicación de todo este plan también se debe dar a nivel nacional, con particular énfasis en todas nuestras ciudades limítrofes con importante desarrollo comercial, Chuy, Río Branco, Aceguá, Rivera, Artigas, Bella Unión, donde llegan todos los días miles de turistas.

También se debe prestar especial atención a los nuevos permisos de construcción que se presentan y como ejemplo pongo el nuevo local de Burger King instalado en 18 de Julio y Ejido, frente a las narices de la Intendencia de Montevideo. Este local no cuenta con baños para discapacitados, los baños de hombres y mujeres están en el subsuelo del local, bajando por una escalera que en un punto tiene un pasaje muy estrecho con la viga a 1,65 metros. Pero cuando ingresamos al baño de hombres podemos ver que además de tres mingitorios, tiene un solo box con inodoro, la puerta mide 1,80 metros y el techo del box solo 1,90 metros, por estar debajo de la escalera, uno puede entender el aprovechamiento del espacio, pero todo esto no va de la mano con el prestigio de esa marca, ni con lo que debería exigir la normativa municipal.
Los baños no deben estar para cumplir con la normativa simplemente, sino en primer lugar para satisfacer las necesidades de los consumidores, sin limitaciones, con accesibilidad universal, pero si no apuntamos a los nuevos emprendimientos, difícilmente estaremos en condiciones de modificar los ya existentes dentro de un proyecto para el estímulo de las reformas.

Pero debemos ser capaces de ir más a fondo aún, con la construcción de duchas públicas, verdaderas políticas sociales. ¿Cuántas personas recorren la ciudad en busca de un trabajo, cuántas de ellas tienen la necesidad de asearse y no tienen cómo, ya sea porque llegaron de interior, al punto de dormir donde les sea posible? Las oportunidades siempre son escasas a la hora de conseguir un empleo y debemos apuntar a los más desfavorecidos ayudando en la necesidad de mantener los buenos hábitos, por allí podremos comenzar con la reconstrucción de la trama social. ||