Fracasando con total éxito |
Ruben Jorge Castro Latorre |
Los dos años del presidente José Mujica al frente del Gobierno En el día que esta nota salga a la luz, el presidente de la República Sr. José Mujica Cordano estará cumpliendo dos años en el ejercicio de la primera magistratura del país, un hecho nada fuera de lo común en un república democrática. Llegó al gobierno con una arrolladora mayoría de votos que la ciudadanía le brindó, sin embargo su trayectoria política de larga data surcó caminos muy alejados de la democracia que hoy los uruguayos gozamos. En su primera juventud, militó en filas del Partido Nacional, junto al ex senador Enrique Erro, y junto a este se fue del partido para ser integrante de las fuerzas de la Unión Popular junto a los socialistas en la 4190. Participaron de las elecciones de 1962 y al no contar con la representación legislativa esperada, quedaron los socialistas fuera del parlamento por primera vez desde su fundación. Se suma a las huestes del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, grupo guerrillero de violenta y trágica historia en el país, y aquí paramos de mencionar una historia por demás muy conocida… No se ha formulado reforma agraria alguna, la banca privada del país es cien por ciento extranjera, las multinacionales son invitadas a invertir en el Uruguay, se realizan ingentes esfuerzos por lograr la llegada de capitales extranjeros, la tierra es en gran medida propiedad de extranjeros como nunca antes en la historia de la nación, Cuba sigue languideciendo con un gobierno dictatorial de más de cincuenta años. Estos como grandes trazos de toda una serie de postulados, que gracias a los tiempos cambiaron y no se llevaron a cabo. Pero ¿qué hay de la gestión de Gobierno que encabeza el señor presidente José Mujica? La educación está, más allá de los últimos acuerdos, en el peor de sus momentos, la deuda externa del país y su dependencia de financiamiento sigue en franco aumento, la inseguridad ciudadana está en una crisis sin visos de soluciones por el momento, la marginalidad sigue dentro de los barrios periféricos con mucha fuerza, la obra pública está a la espera de las soluciones de las inversiones público-privadas, la indigencia la vemos a diario en las calles de la ciudad, la droga sigue en aumento, las relaciones internacionales, incluso las del Mercosur, están —reconocido por el propio presidente— «difíciles»… Sin embargo, a pesar de estos y otros datos como los del censo de población y vivienda y los del agropecuario que aún no se termina, los números macroeconómicos le siguen dando bien al Gobierno, seguimos exportando productos agropecuarios, comodities, sin procesos industriales que generen más valor agregado. Hay señales de alerta amarillo en el horizonte, pero al Gobierno le sigue dando bien, y la popularidad del primer mandatario sigue en puntos muy altos, con una oposición muy dividida y poco activa que, salvo en materia de seguridad, no logra hacer pie. Sirve —acuerdos mediante, como en las patentes y en la educación— de pedestal de éxitos del mandatario, que tan solo vio menguar sus números en las encuestas en ocasión de la anulación de la ley de Caducidad, cuando no se respetó al soberano, compromiso electoral que no cumplió. Cosas de la política uruguaya, fracasar con total éxito. |
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