Editorial mayo 2012: «Mes difícil»
 
 

El último mes ha sido muy intenso en nuestra actividad de comunicación. Seguramente han tenido noticias de Al día tanto por la televisión, otros medios escritos y en los distintos programas de radio, tanto de Montevideo como del interior, debido a la repercusión que han tenido nuestras notas, llevando a más de 30.000 las visitas de nuestro canal YouTube

Lamentablemente hemos tenido que entrevistar y denunciar situaciones desagradables que hoy están en la órbita de la Justicia, cosechando el agradecimiento de las personas afectadas que hoy se sienten más tranquilas, lo que habla de la importancia de poner los temas sobre la mesa.

Pero vaya si fue un mes difícil este, cuántos asesinatos más se sumaron a la lista que tantas interrogantes nos dejan. Cómo explicar que a un policía le vuelen la cabeza dentro de una cárcel por la mano de un recluso que tenía un arma de gran poder, mientras que ellos se defienden con balas de goma, cómo explicar las otras tantas armas de grueso calibre, junto a una granada, que se encuentran en la cárcel, luego de que esta es prendida fuego.

Cuántas horas malgastadas de prensa cubriendo el juego de los presos, cuánta cobertura de lágrimas de parientes, de madres por sus pobres hijos presos, que iban a pasar frío durmiendo a la intemperie. Nadie les preguntó por qué estaban sus hijos allí. No me quieran comparar estas lágrimas con las de las madres que han perdido a sus hijos por la delincuencia, las que seguirán derramando cada día, cada semana, con miedo a salir, a trabajar, a vivir.

Curioso, reclaman derechos humanos para los mismos que han establecido la pena de muerte en nuestro país: hoy la ejecutan los delincuentes a la perfección, a un increíble ritmo para nuestro país de un asesinado por día. Hoy le tocó a otro policía en la puerta de su casa, porque parece que vivía en una zona roja y eso los convierte en un buen objetivo para jugar al tiro al blanco. También es curioso ver cómo asesinan tantos policías a quemarropa al igual que sucedía a finales de los 60, principios de los 70, cuando los mataban por la espalda otro tipo de delincuentes, todos asesinados en democracia por usar uniforme.

Fue así que perdimos dos módulos en la cárcel, cuya reparación, según dicen, costará unos siete millones de dólares, para lo cual parece que ya están las propuestas de las empresas constructoras —a una velocidad supersónica si la comparamos con la reparación de un baño en una escuela pública. Por supuesto habrá a quienes les llamará la atención todo este destrozo, luego de que se informó que habría cárceles privadas, donde ofrecerían un sistema estilo hotelería, brindando el alojamiento, la comida, la limpieza, corriendo la rehabilitación por parte del Estado.

Pero esto siguió con el destrozo de las mil doscientas frazadas y los mil doscientos platos y utensilios que se les dio a los presos, más los destrozos que hicieron las presas en la cárcel de La Tablada, porque son solidarias con estos presos. A pesar de que pasaron varios días entre un episodio y otro, nada se aprendió del primero, nada se tomó como protocolo de acción y hasta el día de hoy el ministro Bonomi le pasa la pelotita al comisionado parlamentario y a la jueza que actuó.

Una escena que me llamó particularmente la atención fue la de un video de archivo del motín que se había llevado a cabo en el año 2002 en la cárcel de Libertad, cuando la destrozaron toda. Allí se veía atento, controlando lo que sucedía, al entonces ministro del Interior, el escribano Guillermo Stirling. Vaya diferencia, a pesar de todo lo que pasó en este mes no se le ha visto en el lugar de los hechos al ministro Bonomi, a tal punto que no va a asistir al Parlamento a dar explicaciones hasta tanto no reciba a fines de mayo el informe del relator de la ONU, y por razones de agenda no podrá asistir hasta los primeros días de junio. (Que pasen las elecciones del Frente Amplio del 27 de mayo es una mera coincidencia, suponemos. Ingenuos de aquellos que piensen que un ministro debe estar al servicio de la población, por encima de las internas partidarias).

Tal vez la foto más representativa para esta editorial sea la que tomamos en el acto del 1º de Mayo, donde una jubilada levanta un cartel que dice «jubilación vergüenza $ 5.400 Sr. Mujica». Pero es que los jubilados seguirán siendo los grandes olvidados, porque hay prioridades; ahora, destinar siete millones de dólares para la reparación de esta cárcel, más algunas monedas para la de La Tablada.

Lamentablemente este 1º de Mayo el PIT-CNT realizó otro acto político, con los cuatro candidatos a la presidencia del Frente Amplio en primera fila, con un discurso que —como manifesté en mi Twitter en directo— demuestra una vez más que este sistema sindical duerme cada noche con el Gobierno, porque hace los mandados a la perfección, en este caso atacando al Partido Colorado,  agrediendo a su principal figura —tal vez por el simple hecho de que los tomó por sorpresa la presentación de casi 370.000 firmas para bajar la edad de imputabilidad— y con un discurso que quiso hacer pesar más el supuesto apoyo de los trabajadores no consultados que suman 340.000 afiliados. Pero ya nos han dado muestras de que las mayorías no tienen la razón si no coinciden con su pensamiento. Justificando lo injustificable, como la convocatoria al acto a través de mensajes de texto enviados por ANTEL, la empresa de comunicaciones de todos los uruguayos, pagos con el esfuerzo de todos los uruguayos, inclusive de estos jubilados que cobran $ 5.400. Pero reivindicaciones para los trabajadores, simplemente meras insinuaciones en un país en el que, para ellos, al parecer está todo bien.

Mucho habría para hablar, todos los días nos llevamos una sorpresa con nuestros gobernantes, o presenciamos otro gran invento para tapar la falta de previsión, como hace un rato se ha manifestado que la represa de Salto Grande se encuentra en su marca más baja de la historia y habrá que estudiar por qué está funcionando solo una turbina, si es porque los gobiernos de los partidos tradicionales recibían alguna ayuda divina, o porque aplicaban más de una neurona en la administración del embalse de la represa.

 
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