Poesía / Narrativa
Publicada en Al día #30 Marzo 2014
 
 
Analepsis
Eleonora Cristofani
El tono de tu voz aquieta el inconsciente ser que convive en mi interior.
Cuerpo avasallante que busca la luz.
Mente inquieta, impulso sin razón que descansa sobre tu almohada.
Sentir impulsivo, perfectamente inmóvil, duerme sobre tus cálidos brazos.
Oleado movimiento donde mi ímpetu navega.
Sentimientos mezquinos se trazan en el cielo con imprudencia.
Nubarrones en mi pensar contaminan el alma solitaria.
Humanidad imperfecta que me ataca sin prejuicio.
Pasado distante que se instala sin aviso.
El corazón se comprime y mientras el espacio abstracto que ocupa mi cuerpo desea salir
corriendo de aquella cúbica prisión, la desprevenida rutina muere al verte cada día.
Y mientras la lógica automática se cansa.
Tus labios delinean sobre los míos un arcoíris de claro-oscuros.
Y mientras la sensación estalla.
La caricia traza mañanas sobre tu espalda...

 

 
 
Prolepsis
Eleonora Cristofani
En la noche de aquel cuarto la fantasía enmudeció ante tu silencio.
Mi cuerpo tiritó en un instante en el que el frío lo alcanzó.
La mañana despertó, pero el pájaro ya no cantó.
Y entre vanas cordialidades tu boca pronunció un adiós.
El tiempo no esperó.
El cuarto me encerró.
Y la mesa de luz en un rincón aguardó.
Mi cuerpo se decidió.
Y el desfile de papeles comenzó.
Mi mente se bloqueó. Pero mi ser ya no lloró.
Punto final.

 

 
 
El último vuelo
Leyla Martin

Ya no vibrará tu acento
ni han de escucharse tus pasos;
palpitarás en el viento    
y en los rojizos ocasos.

El brillo de tu mirada
el recuerdo evocará,
tu sonora carcajada
la nostalgia añorará.

Fuiste de alegría torrente,
de corazón generoso;
hasta con el indigente
tuviste un detalle hermoso.

En lo mejor de tus años     
el cuerpo te traicionó;
cómplice de demonios extraños,
tu alma libre aprisionó.

Se hizo muy cruel el camino,
lo signó la adversidad…
inexplicable el destino
que no premió tu bondad.

Con tanta fuerza aferraste
cada suspiro de vida,
con tanta fuerza luchaste
antes de tu despedida…

Pero el ímpetu agotaste,
dimitió tu ser tan fuerte,       
los sueños abandonaste,
logró vencerte la muerte.     

Y tu espíritu viajero
un nuevo rumbo emprendió…
desertó el pasajero,          
que al otro mundo escapó…

Ganaste la libertad,
ya no hay deudas ni pecados;
es tuya la eternidad
con serafines alados!

 

 
 
Remanente
Ignacio Bassetti

La muerte trae olores a las casas,
camas con presencias remanentes,
vino añejo en odres viejos
y la culpa del sobremuriente.

La muerte de un coetáneo
es un ensayo de la propia,
es inyectarle vida al susto.
La muerte de un amante de años
convierte los lustros en segundos.

Quedan los papeles escritos
laboriosamente con manos nudosas,
las conversaciones telefónicas
con abogados que no van a morir,
el sabor a mimeógrafo
de las negativas elegantes,
los documentos que no saben
que ya no son de nadie,
las persianas de la casa
como dientes apretados.
Quedan las paredes parpadeando
y las córneas reflejando el televisor.
Queda él entre los que se quedan
y se va quedando,
esperando la última respuesta,
pero no como en una espera.

Solo parece
que estuviera esperando.

 

 
 
Llueve
Julio Pereyra
Afuera llueve,
los árboles reverdecidos
lloran en plazas desterradas.
Su llanto es compulsivo,
lloran de haber visto
el ir y venir de la gente,
lloran de años rotos
donde el cabo del tiempo no aparece.
Llueve y olvido el segundo
que golpea el oído;
quiero solo el espacio de esta lluvia,
las columnas reunidas que descienden
y ocupan un lugar en el aire.
Quiero apartar esta lluvia
de los años, los minutos, y el combate;
para que siga pasando
por detrás de mis ojos
como film transparente de descanso.
Quiero seguir imaginando
que no hubo amaneceres
izados por el llanto de los hombres
que buscaban a tientas un paso de frontera.
Afuera llueve,
aquí, en lo que ha sido,
en el lugar, en el reloj, en la plaza,
llueve, llueve.

 

 
 
El hombre gris
Doly Hernández

Él era un viejo solitario, de pensamiento tristes, de mirada humilde, era uno más entre un millón de seres que se movían en la noche de la ciudad, esa ciudad que parecía que a la medianoche quedaba en calma pero… no era así…, se iban los seres luminosos y aparecían los hombres grises.

Él sabía de lluvia, de frío, de lunas, de perros vagabundos, de borrachos, de viejas prostitutas pero no sabía de risas, de abrigo, de amor.

Quería volar, pero sus cortas alas y su escasa materia gris le impedían moverse como otros seres que brillaban con sus refulgentes colores a la luz del día, por ser torpe nunca llegó a nada, solo fue un policía de comisaría, pues cuando cumplió su mayoría de edad, su padre le había dicho estudias o trabajas y él eligió trabajar y así que por treinta años vistió un uniforme de milico, por lo tanto conocía muy bien la noche y a sus peregrinos (hoy ya estaba retirado).

Setembrino, pues así se llamaba el viejo, era viudo, hacía quince años que su mujer había muerto y se había quedado solo con su hijo Luis y se enorgullecía hablando entre sus pares de haberlo sacado un hombre de provecho, pero… se sentía muy solo, su hijo ya se había casado y sus días pasaban muy largos, sin embargo en la noche volvía a su rutina de caminar por la ciudad (eso para no perder la costumbre), como decía en la comisaría, él era un milico de pie a tierra.

En sus recorridos nocturnos había conocido a Zuleika, una envejecida prostituta de caderas anchas, que en sus horas de amargura lo había consolado, y estaba decidido a traerla para la casa a fin de tener una compañera con quien conversar, pero el muchacho no quería que nadie ocupara el lugar de la madre.

La discusión con su hijo se repetía cada vez que el muchacho venía a visitarlo y eso era una vez al mes, ya que Luis trabajaba en el interior del país.

El viejo necesitaba a Zuleika, se imaginaba que los dos estaban juntos al abrigo del hogar, además quería tener una mujer que lo atendiera cuando sus achaques lo atormentaran, pero Luis no lo entendía así, solamente se negaba cada vez que el padre se lo planteaba.
Un domingo a la noche decidió salir, acomodó sus ropas y buscó a Zuleika, quería llevarla a su casa y por un momento sus ojos se llenaron de lágrimas con solo imaginar la compañía de una mujer y lloró, lloró como cualquier hombre que por fin iba a cumplir un sueño, aunque ese sueño solo le durara una noche de domingo. ||

 

 
 
 
 
 
 
Al principio de la página | Todos los artículos | Todas las editoriales

 

Artículos de la edición #30 Marzo 2014
Todos los números | Todos los artículos | Todos los columnistas
 
Editorial marzo 2014: Esta boca es nuestra
Liber Trindade
Nuestra participación en la tribuna del ciclo 2014 del programa Esta boca es mía.
 
Realidad o simple teoría. Mea culpa
Jorge Benedykt
Hasta la década del 60, todos éramos iguales, todos íbamos a la escuela pública. Nadie se sentía diferente. ¿Dónde nos equivocamos? ¿Dónde me equivoqué?
 
El otoño de sus vidas
Jorge Castro Latorre
Mientras el mundo de los activos marcha a velocidades vertiginosas, nuestros viejos van quedando a la vera del camino.
 
Tiempo de cambio
Lara Islas
La dirección de un país y la edad de las personas que la ejercen.
 
Fernando Poggio presentó candidatura a la alcaldía del CH
Karina Pistón
Con la presencia del candidato a la Intendencia de Montevideo Jorge Gandini y del diputado Pablo Abdala, Fernando Poggio presentó su candidatura a la Alcaldía del Municipio CH.
 
Nelson Mandela. Bandera de paz y democracia
Leyla Martin
El 2013 se ha llevado consigo muchas cosas, entre ellas la figura física de Madiba, el jueves 5 de diciembre. Pero su vida no fue en vano.
 
Venezuela: se cae de maduro que el pueblo reclama libertad
Eneas A. Biglione
El pasado 12 de febrero la sociedad civil venezolana, haciendo gala de una importante madurez cívica, salió decidida a las calles de su país...
 
El Gobierno de Maduro y la censura a las voces de la oposición
Felipe Caorsi
Ya son varios los opositores venezolanos que han sido detenidos o removidos de sus cargos por el Gobierno de Nicolás Maduro.
 
Internas concertadas
Miguel Manzi
Un repaso de lo que es de público conocimiento acerca del Partido de la Concertación y su funcionamiento.
 
Higiene (I)
Raúl Pérez Sánchez
Buenas prácticas en la manipulación de alimentos.
 
Pulperías del siglo XXI
Liber Trindade
Comerciantes tras las rejas, al estilo de los viejos establecimientos del siglo XIX.
 
Giro a la izquierda
Liber Trindade
Resulta inaceptable el giro a la izquierda en un cruce de avenidas con semáforos sin un espacio físico para aguardar y una luz extra que lo habilite.
 
Guantánamo y el proceso electoral uruguayo
Jorge Castro Latorre
El presidente agitó las aguas una vez más con la noticia de la venida de algunos presos de la cárcel de Guantánamo.
 
Día Internacional de la Mujer
Daniel Volpi Avedutto
Desde la huelga de Lisístrata para finalizar la guerra en la Grecia clásica, las mujeres tienen un largo historial de batallas para lograr sus objetivos.
 
Feria del libro: el descubrimiento
Eleonora Cristofani
El año pasado, el escritor y dramaturgo japonés Yukio Mishima se abrió camino hacia la popularización de la mano de la editorial Alianza.
 
«300»: la conservación de un mismo estilo
Eleonora Cristofani
El pasado 7 de marzo se estrenó en nuestro país la película 300: El nacimiento de un imperio.
 
La Oreja de Van Gogh en Montevideo
Melissa Trindade
El pasado lunes 17 de marzo se presentó en La Trastienda Club de Montevideo La Oreja de Van Gogh.
 
Poesía / Narrativa
Doly Hernández / Leyla Martin / Eleonora Cristofani / Ignacio Bassetti / Julio Pereyra
 
 
 
 
 
Todos los números | Todos los artículos | Todos los columnistas
 

 

 

Archivo | Artículos | Lectores | Créditos
Las imágenes y opiniones vertidas en los artículos y espacios contratados son de exclusiva responsabilidad de sus autores
© 2011-2014 Al día