El confuso caso Pluna |
Sergio Antonio Herrera |
Como ya había trascendido en todos los ámbitos, la Suprema Corte de Justicia desestimó el recurso de inconstitucionalidad esgrimido por los abogados defensores del exministro de Economía Fernando Lorenzo y del presidente del BROU Fernando Calloia, los doctores Amadeo Otatti y Gonzalo Fernández respectivamente. Todo vuelve al 21 de diciembre cuando el fiscal Juan Gómez pidió que fueran procesados sin prisión. Lorenzo renunció a su cargo pero Calloia no lo hizo y esa diferencia es una muestra más de lo confuso de este caso Pluna unificado con fórceps. Poco y nada tiene que ver la presunción de estafa especialmente agravada por la que los directores privados de la ex aerolínea cumplen prisión preventiva con el controvertido asunto del otorgamiento del aval a Cosmo, cuyo incumplimiento en honrar la oferta hizo que de buenas a primeras apareciera López Mena haciéndose cargo de la penalidad por 13,6 millones de dólares, pagara dos cuotas y ahora «se declare en rebeldía» y anuncie insólitamente que no va a seguir pagando. Es que tampoco la situación de uno y otro tienen mucho que ver entre sí. Lorenzo Calloia FL —Fernando, hay que darle el aval a Cosmo porque es el único oferente, de lo contrario no hay subasta y el papelón es mundial. FC —Pero no podemos darle un aval a estos tipos, lo pidió López Mena, pone de garantía a la aseguradora con la que trabaja, Boston de Argentina, pero no es él quien pide el aval, es Cosmo, y a Cosmo técnicamente no se lo puedo dar. FL —Te entiendo y tenés toda la razón, pero sabés que la orden viene de arriba y ese aval tiene que otorgarse. FC —Está bien, lo otorgamos pero no me hago responsable si se arma lío, dejo constancia de que no estoy de acuerdo. Y vaya que se armó lío. No hace falta recordarlo. Y Lorenzo, por convicción propia, por sugerencia presidencial o por la razón que haya sido, pagó su precio, perdió su puesto y con él, vio como quedaba prácticamente hipotecado su futuro político, que hasta ahí aparecía como brillante. Y Calloia, quien —hay que reconocerlo— tiene una personalidad poco común y una entereza singular, está parado muy bien sobre sus propios talones y no quiere entregarle a la historia un certificado de culpa que si en algún porcentaje la tiene, fue en el marco de lo que definimos como «obediencia debida». En los últimos días hizo declaraciones muy fuertes, dejando en evidencia que luego de catorce meses de proceso judicial, la fiscalía lo citaba por primera vez para procesarlo. Aseguró que tiene documentación que prueba que no cometió abuso de función alguno. Mientras tanto, López Mena está preocupado en reparar el bollo del Francisco Papa, en devolver el Airbus arrendado ACMI que trajo para la paupérrima temporada actual y en ver cómo deshace el contrato por los otros Airbus pomposamente anunciado, pero de pasar por el juzgado, ni ahí. Y el presidente Mujica, quien dijo que los funcionarios siguieron sus instrucciones, hace campaña por Tabaré y fantasea con el Nobel de la Paz, pero de pensar en juicio político, ni ahí.|| |
Publicado originalmente en www.portaldeamerica.com |
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