Se llegó finalmente a la definición electoral de la ciudadanía.

Luego de una muy larga campaña electoral, que comenzó a principios de año con los trabajos previos a las internas de junio, solo interrumpidas en parte por el Mundial de fútbol, llegamos el pasado domingo 26 a la definición electoral por la ciudadanía uruguaya, y esta se expresó clara y contundentemente, otorgándole por tercera vez consecutiva la mayoría parlamentaria al Frente Amplio, mayoría absoluta en Diputados y si gana la formula Tabaré Vazquez-Raúl Sendic en noviembre, tendrá también adjudicada la banca 16 en el Senado, que corresponde al vicepresidente de la República, lo que da definitivamente total tranquilidad de que gobernará sin tener en cuenta a las otras fuerzas políticas, salvo para leyes especiales que requieran mayorías especiales, allí sí podría haber conversaciones, no para la legislación común, y menos aún para el presupuesto nacional, que no requiere ninguna mayoría especial.
Hace tres meses, todo hacía indicar que el Frente ganaría sin mayorías en ninguna cámara, lo que alentó claramente el triunfalismo nacionalista y las esperanzas coloradas, que se diluyeron luego de las 21 horas del domingo al quedar sin chances de que eso aconteciera, sin dudas, como dijo Tabaré, «el susto despertó al mamado» y esta vez el voto silencioso fue claramente al Frente.

La nueva realidad confirma también la mayoría interna del Frente para el Movimiento de Participación Popular (MPP), la fuerza política del actual presidente José Mujica, quien pasó a ser el candidato más votado de la lista más votada del partido más votado, por lo cual queda en tercer lugar en la línea de sucesión de la presidencia de la República, mayorías que sin dudas van llevando a la fuerza de Gobierno más a la izquierda con la suma de Constanza Moreira y los grupos de la 1001, que claramente van a imponer más sus puntos de vista.
Finalmente el Partido Independiente llegó también al Senado con Pablo Mieres, y obtuvo tres bancas en Diputados. Mieres, quien pensaba convertirse en el fiel de la balanza y que basó toda su campaña en que no hubiera mayorías parlamentarias, quedó afeitado y sin visitas, pues si gana la fórmula Vázquez-Sendic, la tendrá sin que deba acordar nada con el Partido Independiente ni con ninguna otra fuerza. Diferente sería el escenario si la fórmula ganadora fuera Lacalle-Larrañaga, situación más que improbable dados los resultados del 26 de octubre, pues la suma de blancos y colorados, más independientes, claramente no alcanzarían para el ansiado triunfo, que salvo algún imponderable hoy no previsto, en ese caso, Pablo Mieres y la dirigencia del Partido Independiente deberían «aconsejar» a sus votantes hacerlo por la fórmula Lacalle-Larrañaga, situación mas que improbable que emitan, a lo sumo «dejarán en libertad de acción a sus votantes»; llegar al Senado pero sin que deban «acordar» con él no era claramente lo que Mieres esperaba.

De los partidos llamados «menores», Unidad Popular logró entrar al parlamento, escindidos del Frente Amplio, al poco tiempo de asumir Vazquez en 2005, se fueron y formaron Asamblea Popular, tuvieron una fuerte puesta judicial por el 26 de Marzo, que finalmente quedó en manos de Asamblea, con el maestro Gonzalo Abella como candidato presidencial. Su votación aumentó en todo el país, considerablemente, logrando su banca en el parlamento para el Sr. Eduardo Rubio, siendo así el quinto partido representado en la Cámara de diputados, quien suma voces diferentes y más representativas de la sociedad, opuestos tenazmente a la megaminería y los transgénicos, entre otros proyectos del Gobierno a los que critican arduamente, como las franquicias impositivas a las multinacionales llegadas al país.

El PERI, Partido Ecologista Radical Intransigente, del Ing. César Vega, quedó en las puertas del Parlamento por muy pocos votos, pero no logró entrar. Con su discurso, también muy activo contra la megaminería, transgénicos, y los agrotóxicos, o agroquímicos, dedicado a la plantación de verduras en forma orgánica y cría de animales, de forma muy natural, Vega logró reunir varios miles de votos.

Lejos y sin chance ninguna con solo unos pocos miles de votos quedó el Partido de los Trabajadores, del Sr. Rafael Fernández.

Partido Nacional, segundo pero con una votación que no llegó a las expectativas previas, quedó muy bien en el Parlamento, pero con pocas chances de que su fórmula llegue a ganar el balotaje con la suma de los votantes colorados, dada su magra votación, en Montevideo, claramente los grupos del senador Larrañaga superaron a las listas herreristas, sin dudas que la interna blanca tuvo en junio una realidad que octubre volvió a emparejar. Entre nacionalistas y frenteamplistas se repartieron el triunfo en todos los departamentos de la república, donde el Partido Colorado sistemáticamente —salvo Salto y Rivera— quedó tercero. La muy buena performance de junio de Luis Lacalle Pou desestabilizó claramente al Frente Amplio, en primera instancia, hasta que luego de ir perdiendo mucho terreno Vázquez y su «Vamos bien» se tomó unos días y desde La Paloma trazó una estrategia diferente que le permitió descontar y pasar las cifras que las encuestadoras daban meses atrás, dejando claramente a los blancos segundos y lejos, con más de 14 puntos de ventaja, pero más logró dejar en falsa escuadra al candidato colorado, Dr. Pedro Bordaberry. Ahora quedan 33 días para que Lacalle y Larrañaga tracen una estrategia que pueda dar vuelta estos resultados y logren convencer electorado que los lleve al triunfo y accedan al Poder ejecutivo.

Como ya lo veníamos anunciando en meses anteriores, el Partido Colorado llegó tercero cómodo, perdiendo más de cuatro puntos con respecto al año 2009, resignando una banca en el Senado y cuatro en Diputados, siendo esta la segunda peor votación del partido en toda su historia. Claramente falta trabajo, trabajo de barrio, trabajo de a pie, el partido se ha alejado de sus bases, y a pesar de levantar mucho luego del 2004, donde claramente Pedro Bordaberry fue artífice de la remontada colorada, y estos años trabajó muy bien, teniendo además un muy buen programa de gobierno, con cientos de técnicos participando, no logró convencer, erró, claramente erró al hacer la fórmula Vamos-Vamos, perdió 42 días en consultas, para resolver finalmente por Germán Coutinho, desairando a la minoría de Batllistas de Ley, generando desconcierto y desánimo en la interna, pero dejando una sensación de autoritarismo, con la población en general. Se arrancó tarde y mal, la estrategia del líder, al comenzar a pegarle muy duro a Luis Lacalle, también claramente lo perjudicó, se dice que los sectores batllistas se dedicaron a pegarle, por la elección del vice. Sea una u otra la causa, el partido se desdibujó, se complicó y dejó de ser atractivo para la ciudadanía, incluso se generaron mas «inconvenientes» luego de su precipitada presencia en el estrado de la fórmula nacionalista la noche de las elecciones y expresando su inmediato apoyo, «vine a nivel personal», nunca el líder de un partido habla o tiene acciones a nivel personal, pues se debe al colectivo, y siempre sus acciones condicionan al resto.
Como integro el partido y uno de sus sectores, me considero con más derecho a opinar de las fuerzas que con honor integro, que de las otras fuerzas políticas. Bordaberry hizo mucho, sí, sin dudas, pero le faltó capacidad de estratega, falló, calculó mal, se equivocó, siempre en el entendido de que lo hizo convencido de estar haciendo lo mejor para el partido, intenciones que no se le niegan, pero el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Ahora hay que reagrupar fuerzas, también a los grupos que integran Vamos Uruguay les faltó espíritu crítico, y no «supieron» decirle al líder por aquí no vamos bien. Hoy llorar por la leche derramada y las oportunidades perdidas es ya tarde, ahora como en el 2004 habrá que remontar una muy empinada cuesta, cada día más larga, vienen las elecciones municipales y el Partido Colorado seguirá teniendo problemas muy serios en Montevideo y Canelones, con el Partido de la Concertación, que terminará desdibujando la identidad colorada. No soplan buenos vientos sobre la Gloriosa Casa de la calle Andrés Martínez Trueba y a mi criterio, la elección del candidato, más allá de sus enormes dotes éticas y morales, e incluso sus buenas capacidades, le ha faltado presencia en el tratamiento y seguimiento de los temas departamentales, hoy con seis de cada diez ciudadanos de Montevideo votando al Frente Amplio, el Dr. Ney Castillo y el partido todo deberán empeñarse mucho para lograr una buena representación en la junta departamental, las alcaldías y municipios.

El partido de Batlle, de Rivera, de Garibaldi, va a tener que realizar una muy dura autocrítica en todos sus sectores, y tratar de reagruparse, creciendo desde el humanismo socialdemócrata de don José Batlle y Ordóñez, los tiempos lo requieren.