Recuperar la fe |
María Ibáñez Goicoechea / Jesús Jiménez Cascallana |
Nuestro principal interés ha sido desentrañar la psique y el comportamiento, y ofrecer una vía de solución a los conflictos, personales y sociales. |
El destino de la humanidad no puede ser otro que el de aprender a convivir y colaborar unos con otros, regidos por la búsqueda del bien común, del bien de todos y para todos. A petición de un amigo, les presentamos nuestro trabajo, que pretende transmitir esta máxima que no está reñida, sino al contrario, con el bienestar personal. Somos un matrimonio, María Ibáñez Goicoechea y Jesús Jiménez Cascallana, psicoterapeuta y psicólogo respectivamente, dirigimos un Centro de Psicología en España, y también somos conferenciantes y escritores. Hemos dedicado una gran parte de nuestra vida a investigar el comportamiento, la mente y el espíritu humanos, y a difundir los resultados de nuestras investigaciones. Por ello hemos vivido e investigado en diferentes países, además de España, como El Salvador, Estados Unidos, India, Nepal, Inglaterra, Tailandia, Nicaragua, Sudáfrica... Nuestro principal interés ha sido desentrañar la psique y el comportamiento, y ofrecer una vía de solución a los conflictos, personales y sociales, basada en la comprensión de los problemas y el desarrollo personal. Para difundir los resultados de nuestras investigaciones, hemos fundado una asociación sin ánimo de lucro, a través de la cual impartimos cursos y conferencias de Psicología Práctica, y una editorial, Editorial Abedul España, con la que publicamos nuestros libros. Tratamos de mostrar que la forma correcta de abordar los conflictos, tanto personales como sociales, no debe basarse únicamente en el intelecto, es decir, en el razonamiento, la fuerza de voluntad, los patrones de conducta a seguir, las leyes... Hacerlo así tendrá necesariamente efectos limitados, porque un problema, cualquiera que éste sea, tiene además de un componente racional, un componente emocional o afectivo: inseguridad, ansiedad, irritabilidad, miedo, tristeza, rencor, etc. Abordar ambos aspectos, racional y emocional, es imprescindible para alcanzar una verdadera solución del conflicto. La parte emocional suele quedar atenuada, reprimida, se pospone y, de este modo, el conflicto no se soluciona. La fuerza psicológica de una persona depende de su capacidad de actuar honestamente, de afrontar el temor y tener fe. Tener confianza o fe en la Vida, o en Dios, o en algo puro y bondadoso como cada uno lo conciba, es fundamental. Por otro lado, para resolver los conflictos, es necesario aprender a abordar las emociones y comprender los errores. A recuperar la fe en la vida y el ser humano, a enseñar cómo abordar las emociones de una manera verdaderamente eficaz, y a comprender los errores que producen el malestar y el sufrimiento, es a lo que dedicamos todo nuestro esfuerzo diario. El orden en una sociedad, la equidad, la justicia, el sentido común, se impone por sí solo si sus miembros, sus ciudadanos, sus dirigentes, cultivan y promocionan ese orden en sí mismos. |
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