La formación docente en el interior del país: visión parcial |
Ismari Quintela Acuña |
La baja en la cantidad de maestros y profesores que se reciben por año preocupa a las autoridades de la Educación, tanto en Montevideo como en el interior del país. Los costos de la carrera y la mala imagen del magisterio están detrás de este problema. El problema es que después no pueden sostener cuatro años de estudio en una carrera muy demandante en horarios (teóricos y prácticos) y costos. Las vacantes que se generan no se satisfacen ni siquiera con la realidad de que el 80% de los maestros trabaja en doble horario. El problema principal está en los abandonos que se dan a lo largo de la carrera. A mediados del año pasado se hicieron entrevistas entre los estudiantes que abandonaron el instituto y se observó que la variable predominante es la necesidad de trabajar. No podían seguir estudiando porque el doble horario les complicaba conseguir un trabajo. Muchos ingresan a la Policía e inmediatamente comienzan a cobrar sueldo, algo similar ocurre con los alumnos de profesorado que dada la carencia de docentes consiguen horas en las instituciones y abandonan los estudios. En los marcos internacionales de las transformaciones educativas, la formación de maestros y profesores, y la profesionalización de los docentes en ejercicio, se ha ubicado como prioridad en la agenda educativa. La investigación en el aula de maestros y profesores, así como la reestructuración de la práctica en la formación de docentes aparecen como alternativas viables en la tarea conjunta de universidades y centros de formación. En Uruguay, a su vez, desde la Inspección Nacional de Educación Pública se ha puesto en marcha un movimiento enfocado hacia la profesionalización de los docentes en ejercicio y la formación de maestros y del profesorado. Dos ejes articulan la perspectiva de la mejora: la investigación en didáctica y la reflexión sobre la práctica con la participación activa de estudiantes y docentes. Uruguay ha mantenido la formación docente en institutos que articulan sus praxis con escuelas y liceos de práctica. Esta situación enmarcada en un espacio territorial acotado, favorece un ámbito propicio para la transformación iniciada. La posibilidad de avizorar una educación comprometida con una sociedad más equitativa y justa se centra especialmente en la reconstrucción del rol docente. Pero un profesional reflexivo nos hace necesariamente pensar caminos alternativos tanto en la formación de los maestros, profesores, como en el desarrollo profesional de los docentes en ejercicio, nos corresponde brindar a los estudiantes las herramientas analíticas que les permitan desarrollar la reflexión y criticidad. Esta recomendación, sin embargo, nos enfrenta a una realidad compleja. En este sentido, los docentes impactados por procesos de socialización en las escuelas y liceos conforman esquemas de pensamiento empíricamente consolidados, en un entramado de teorías implícitas, valores, rituales y significaciones. Los marcos teóricos desarrollados durante su formación tendrían escasa influencia en la conformación del pensamiento práctico que se va estructurando en los intercambios de significados que se producen en los contextos escolares y liceales, entramados con los construidos durante el tránsito para la escolarización individual. Los profesionales de la docencia de todo el país deben poner en acción las posibilidades de debatir, cuestionar, y también consensuar sus reflexiones sobre la práctica y la teoría y mantener abierto el espacio a la construcción de significados en el debate sobre la mejora de las prácticas de enseñar. La posibilidad de aprender desde la práctica potencia al colectivo en la deliberación y los caminos alternativos que encuentran para superar sus estancamientos. Las autoridades que son responsables del sistema educativo en este período de gobierno han instrumentado cambios que no han tenido los resultados pensados, en la mayoría de los casos porque no toman en cuenta las opiniones de los actores de la educación, más allá de la realización de las asambleas técnico docentes, donde nos expresamos y elaboramos informes que luego nadie tiene en cuenta a la hora de tomar una decisión. |
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