Tormentas solares |
Gabriel Cumbay Groba |
Una tormenta solar es una perturbación temporal de la magnetósfera terrestre. Asociada a una eyección de masa coronal, un agujero en la corona o una llamarada solar, es una onda de choque que llega a la Tierra entre veinticuatro y treinta y seis horas después del suceso. La presión del viento solar sobre la magnetósfera aumentará o disminuirá en función de la actividad solar. La presión del viento solar modifica las corrientes eléctricas en la ionósfera. Las tormentas magnéticas duran de veinticuatro a cuarenta y ocho horas, aunque puedan prolongarse. Estas tormentas solares pueden afectar la red de telecomunicaciones, los satélites y la energía eléctrica. La actividad solar varía en un ciclo de once años conocido como ciclo solar. En la cúspide del ciclo suele haber más manchas en el sol y por lo tanto más erupciones solares. La erupción solar tarda ocho minutos en llegar a la Tierra y es capaz de interrumpir las telecomunicaciones y alcanzar las órbitas de los satélites provocando su caída a nuestra superficie. También un bombardeo de radiación puede quemar los circuitos eléctricos y dañar a las personas expuestas. En la Tierra se puede ver un fenómeno provocado por la tormenta solar llamado aurora boreal, que es un fenómeno en forma de brillo y luminiscencia que aparece en el cielo nocturno y es visible en los polos norte y sur de octubre a marzo. Las auroras tienen colores brillantes que pueden ser verdes y violetas y que cambian rápidamente con el paso del tiempo. Están formadas por estructuras que puede ser un arco aislado y muy alargado que se extiende por el horizonte. Se origina cuando una eyección de masa solar choca con los polos norte y sur de la magnetósfera terrestre, produciendo una luz difusa pero predominante proyectada en la ionósfera terrestre. En la Tierra hay una capa que nos protege de estas tormentas, se llama magnetósfera, que es como un escudo que desvía la mayor parte del viento solar. El 1 y 2 de setiembre de 1859 se produjo una gran fulguración solar, la más potente registrada en la historia, que gravemente provocó el fallo de los telégrafos en Europa y Norteamérica. También se vieron cortinas intensas de auroras boreales que fueron visibles en Maine (Estados Unidos), Florida (Estados Unidos), Cuba, España, Italia, islas Hawaii, etcétera. También se produjeron numerosos incendios debido a los cortocircuitos. En 1989 hubo una tormenta solar que dejó la ciudad de Québec (Canadá) sin luz por más de nueve horas. El 14 de julio del 2000 hubo una tormenta solar que interrumpió las telecomunicaciones en China y Japón. La NASA anunció que para el año 2013 la actividad solar aumentará, y predijo que en ese año habrá una tormenta solar de grandes magnitudes que afectará a las telecomunicaciones, la energía eléctrica y los satélites en todo el mundo, y que será la más potente de la historia en los 154 años transcurridos desde 1859. El último aumento de la actividad solar ocurrió el 13 de noviembre de 1960. |
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