Respeto (I) |
Melissa Trindade |
El respeto es algo que se perdió, siendo alumna de un liceo puedo notar algunas diferencias entre las personas que no fueron educadas correctamente. Desde pequeña en mi hogar siempre se trató de los valores, sobre todo el respeto. Personalmente desde niña nunca le falté el respeto a las personas, es algo descortés ver a docentes dejarse insultar por un alumno, ya sea que el director del liceo no imponga las reglas y se deje llamar de tantas maneras fuera de lugar. Es algo inapropiado ver cómo en mi clase debo soportar a compañeros insultando todo el día a los docentes, o ya sea a los mismos alumnos de clase, o ver cómo en una simple clase de física tenga que soportar a unos veinte adolescentes, si se les puede llamar así, tirando papeles, cartucheras, reglas, y lo más importante, tijeras, es horrible pensar que no puedes hacer nada para arreglar esta situación. Si quieres que te respeten en un liceo, sea privado o público, se te hace imposible, los adscriptos te dicen «no podemos hacer nada», querer cambiar y que tus compañeros se burlen por ser normal, no querer lastimar a nadie emocional y físicamente, no burlarse de una autoridad, no insultar los gustos, religiones, etcétera. Horrible se hace enfrentar la idea de «tengo que volver al liceo» varias veces, solo por tener a nuestros padres no divorciados como la mayoría los tiene y poder salir en familia, te tratan de loco si dices que vas al cine con tus familiares en vez de salir con amigos, simplemente te insultan. Por no querer fumar, beber o ir a un baile, entre otras cosas, te tratan de enfermo o que padeces de una deficiencia mental, últimamente los adolescentes ya no insultan con una palabra inocente, se hace brutal oír un comentario negativo hacia tu persona, te insultan desde lo físico hasta lo que puedes imaginar. Desde adolescentes de trece años que hacen de su vocabulario algo hiriente, ordinario y negativo, terminan pareciendo psicópatas por su manera de hablar. Lamentablemente la mayoría de padres no imponen respeto ya que no están pendientes de sus hijos y los dejan hacer lo que ellos quieran, desde lastimar a una persona emocionalmente hasta criticar a personas por redes sociales sin ninguna razón lógica. |
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