Editorial Noviembre 2012: Señales. |
Liber Trindade |
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La vida en forma constante nos da señales, en nosotros está interpretarlas para mantener o corregir nuestro rumbo, cada uno de nosotros da señales y por supuesto también los gobiernos dan señales. Esas señales que dan los gobiernos son interpretadas por un grupo de ciudadanos que ven que en nuestra ciudad de Montevideo pueden hacer lo que se le plazca y distintos lugares se convierten en tierra de nadie. Hoy me volveré a referir a la plaza Líber Seregni, donde muchos esperábamos que una vez en funcionamiento —con el Municipio B en una de sus esquinas, con las oficinas del propio alcalde allí instaladas—, su situación por lo menos se mantuviese, sin embargo su deterioro avanza a pasos agigantados. Este ícono del Frente Amplio, que tuvo un costo superior a los dos millones de dólares, más otra suma importante para refaccionar la Casa de los Vecinos y las instalaciones con servicios para la propia plaza, hoy nos muestra tres baños químicos allí instalados ya hace varios días y que por los menos estarán allí hasta el año que viene, según se nos informó, porque los baños construidos hace muy poco tiempo están tapados, producto de su mala instalación sanitaria, un mal tendido del recorrido de las cañerías con codos mal ubicados que se tapan en forma constante. Por esto decidieron clausurar los baños de los hombres, en los que además se puede apreciar una importante mancha en sus revoques exteriores. Ya era curioso ver, como lo habíamos manifestado [v. Al día Febrero 2012 p. 6, nota aparte → http://bit.ly/WbcsZ6], cómo los baños se cerraban al público a las 21 horas, cuando es el momento de mayor afluencia con los calores del verano. |
La zona de hamacas para los niños por momentos es territorio de las hordas de indigentes que habitan la plaza día y noche, he repetido insistentemente lo mismo, las escenas que allí se viven son las mismas que se ven en las películas, en los patios de las cárceles, decenas de indigentes amontonados, drogándose, tomando alcohol, mujeres y hombres subidos de a tres en hamacas, copando todo el lugar, la cancha, los aparatos para ejercicios, con todas sus pertenencias desperdigadas, con los cochecitos de sus hijos al rayo del sol todo el día, cobrando a los conductores que se estacionan en la cuadra de Joaquín Requena, generando mucha mugre, porque hasta el asado hacen allí contra el cordón y quedan los palos a medio quemar y todas las cenizas desparramándose, llenan los canteros bajo los arbustos de basura, de botellas y lentamente las familias con sus niños ya no asisten a la plaza. Quienes están para controlar son los cuidaparques, que integran una cooperativa que es contratada por la Intendencia. Tienen atrasos de hasta tres meses en el pago de sus servicios, de acuerdo a lo que nos manifestó uno de estos cooperativistas, de los cuarenta y cinco que aproximadamente la integran y que tienen a su cargo el cuidado de otros espacios públicos. Acá en la plaza lo hacen en tres turnos, que en la noche se refuerza con la presencia de funcionarios policiales. La plaza fue presentada con un muro para grafitis, para la expresión urbana, y como para nada se ponen límites, las pintadas fueron llenando la plaza y hoy comienzan a coparla en su totalidad. El propio Municipio debió pintar sus paredes con pintura antigrafiti ante los constantes ataques, que se comenzaron a extender a las construcciones vecinas y en lo que va del año ya perdimos la cuenta de las veces que hubo que pintar y repintar frentes para poder mantener un comercio con su fachada en condiciones. En resumen, estamos frente a la plaza del Frente, que como toda la ciudad se ve muy sucia, con canteros llenos de bolsas, botellas, un muy desprolijo mantenimiento, con baños tapados y con mucha gente día y noche drogándose y consumiendo mucho alcohol, mientras tanto cada algunos días vemos una tímida presencia policial, aunque los actos delictivos en esas manzanas son muchos, incluso con la existencia de una boca de pasta base enfrente. Al final las señales siempre son claras, la gente de bien cada día se debe quedar más en casa y el malandraje copa todos los espacios públicos y luego nos presentan esta plaza como el lugar de mayor convivencia ciudadana que tiene la ciudad. Igual para el ciudadano hay una cosa que sigue en el limbo, es la pregunta de dónde incide el Municipio y dónde lo hace la Intendencia, en este caso corresponde a la Intendencia de Montevideo el mantenimiento y el Municipio solo está pintado allí en su esquina. Una buena forma de repartir responsabilidades, pero para los intereses del vecino, ninguno de ellos hace nada y simplemente somos espectadores del deterioro, que nos da otra señal y nos muestra cuál será el destino de la plaza que con una inversión de tres millones de dólares tienen proyectado construir en el barrio Casavalle. |
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