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Tal vez este sea el último mes que podrán apreciar la belleza de la penúltima casa que queda sobre la rambla de Pocitos, frente al Kibón. Este predio tiene acceso por la Rambla y por la calle Echevarriarza y fue comprado por una cifra de unos 9 millones de dólares por inversores, entre los cuales se encuentra gente del fútbol, como el Sr. Lugano y el Sr. Figueredo.

Está muy bien que los empresarios hagan sus negocios, buscan la rentabilidad de su inversión, el tema es qué hacen las autoridades municipales para detener la destrucción de nuestro patrimonio, de la historia de la ciudad. Hace un par de meses le tocó la demolición a una muy linda propiedad sobre Bulevar España y Requena, mucha gente se movilizó, el propio ex intendente Arana dijo no entender cómo se permitió su demolición, porque el padrón tenía una protección especial por sus características, por estar dentro de nuestro patrimonio arquitectónico.

Esta historia seguirá sobre Bulevar España, ya son varias las edificaciones demolidas, lo que seguramente lo convertirá en pocos años en un murallón a cada lado y seguiremos perdiendo la identidad de nuestra ciudad, creciendo hacia arriba, ni siquiera previendo sistemas de locomoción adecuados, estacionamientos subterráneos adecuados.

Es increíble el doble discurso que aplica la Intendencia de Montevideo, por un lado quieren construir un parque acuático en Carrasco, porque no se puede permitir la guetización de la zona, que no solo es para ricos, por otro se permite la destrucción, luego de la cual viene la construcción de suntuosas torres que se cobran arriba de los 3 millones de dólares por unidad.